El Castillo de Sesimbra es el último de los castillos portugueses sobre el mar en mantener su trazo medieval. Fue clasificado como Monumento Nacional el 16 de junio de 1990 y reúne varios motivos de interés. Sus murallas gozan de una vista única sobre el pueblo y sobre el Mar.

En su interior se hallan dos exposiciones permanentes sobre su historia, un centro de interpretación del patrimonio, la iglesia y un cementerio inactivo. Dispone igualmente de un circuito museológico que permite al visitante, de forma autónoma, informarse de los diversos puntos de interés del inmueble. Los visitantes pueden recorrer las murallas y disfrutar de una vista privilegiada del pueblo de Sesimbra y de la región. La cafetería con terraza dispone de algunos productos locales. Destacándose en el paisaje por su imponencia.

Historia

Los orígenes del Castillo de Sesimbra se remontan al siglo IX, periodo de ocupación musulmana del territorio. En 1165 fue conquistado por D Alfonso Henriques, y en 1191 fue tomado por los almohades. Su reconquista definitiva se dio por iniciativa de D. Sancho I, en 1199, monarca que atribuyó el primer fuero al pueblo de Sesimbra, entonces situada en el interior del monumento.

A lo largo de la Edad Media, y dada su importancia estratégica en la defensa de las fronteras marítimas y terrestres del reino, el Castillo fue sujeto de numerosas ampliaciones.

A partir del siglo XV, con el desarrollo de actividades marítimas como la pesca o la construcción naval, en la Póvoa Ribeirinha, la población fue estableciéndose, progresivamente, junto a la bahía. En 1516, año de la visita de D. Jorge de Lencastre, Maestro de la Orden de Santiago, presentaba ya evidentes señales de abandono, que se fueron acentuando a lo largo de los siglos siguientes. El avanzado estado de ruina del monumento acabó solucionándose entre 1933 y 1945, con las obras de conservación promovidas por la Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales.

Plano y estructura

Presenta una planta irregular, ocupando todo el borde de la ladera. El lado naciente se compone de la alcazaba con una torre de menaje y los torreones, mientras que el resto del perímetro incluye la cerca de villa, protegida en las puertas por torreones y en el extremo poniente por una torre.

Consejos para le turista

• Un recorrido peatonal con cerca de 600 metros une la zona de Valparaíso, en la parte alta de Sesimbra, a la Puerta del Sol, una de las entradas del Castillo.
• En coche, la distancia entre el pueblo de Sesimbra y el Castillo ronda los 2,5 kilómetros.
• En el interior de las murallas se encuentra un parking gratuito para vehículos, wifi y cafetería.
• En una hora y media es posible visitar y conocer todo el monumento.
• El centro de interpretación dispone de información sobre los principales puntos de interés culturales y naturales del municipio.